El acné es una enfermedad inflamatoria a nivel del folículo sebáceo, consecuencia de una alteración de la queratinización folicular. Es una patología que principalmente afecta a adolescentes y adultos jóvenes, por tanto, en caso de encontrar lesiones tipo acné en adultos y mayores, estaremos hablando de erupciones acneiformes de distintas etiologías.
Para establecer un seguimiento y decidir un tratamiento más apropiado, clasificaremos el acné en leve, moderado y grave, además de las lesiones características que puede presentar: comedogénico o papuloquístico.
Realizaremos el diagnóstico diferencial entre rosácea, foliculitis, verrugas planas y erupciones acneiformes.
Acné leve o incipiente:
Inicialmente el tratamiento de elección es tópico, limpiando la zona con gel específico para pieles grasas, para posterior aplicación de tratamientos como:
• Peroxido de Benzoilo como queratolítico.
• Retinoides tópicos como la tretinoína o isotretinoína, los cuales actúan como comedolíticos y exfoliantes. Recordar que los retinoides aumentan la fotosensibilidad cutánea.
• Antibióticos tópicos: Generalmente se utilizan junto con los retinoides. Los más utilizados son la Clindamicina al 1% o Eritromicina al 2%. Debemos evitar el tratamiento con antibióticos en monoterapia, pues las resistencias son muy frecuentes. Una buena opción es combinar clindamicina con peróxido de benzoilo.
Tratamiento tópico del acné: Evitar el tratamiento con antibióticos en monoterapia, pues las resistencias son muy frecuentes.
Acné moderado:
En caso de escasa respuesta al tratamiento tópico, plantearemos iniciar tratamiento antibiótico sistémico en asociación al tratamiento tópico antes comentado. El tratamiento antibiótico oral es de primera elección en acné conglobata o de predominio pustuloso.
• Antibióticos sistémicos: Doxiciclina, Minociclina o Tetraciclina, éste ultimo contraindicado en menores de 14 años por riesgo de hiperpigmentación dental. Consiste en pautas largas de tratamiento. Los macrólidos (Eritromicina o Azitromicina) son el antibiótico de elección en niños.
• Antiandrogénicos orales: Especialmente indicados en mujeres con hirsutismo o síndrome de ovario poliquístico.
• Retinoides sistémicos: Como es por ejemplo la isotretinoína. Como derivado de la vitamina A, produce una atrófia de la glándula sebácea y regula su queratinización. Debemos alcanzar una dosis total acumulada diana de 120-150mg/kg, aunque ésta cifra debe individualizarse en cada caso concreto.
Los principales efectos secundarios que debemos advertir al paciente es la intensa sequedad de piel y mucosas, además de la necesidad de monitorizar enzimas hepáticos, colesterol y triglicéridos periódicamente.
El tratamiento con retinoides tiene una serie de consideraciones que debemos informar al paciente, en éste post de Dermapixel nos resuelven la gran mayoría: Isotretinoína: lo que nos preguntan los pacientes.
Acné grave o conglobata:
El tratamiento de elección es la isotretinoína oral además de corticoides orales o intralesionales.
En resumen, el tratamiento base del acné es la limpieza facial con gel específico para pieles grasas, complementando con tratamiento antibiótico combinado con retinoides tópicos en casos más leves o sistémico en acné moderado, papuloquístico o con escasa respuesta a tratamiento tópico, reservando los retinoides sistémicos para casos más resistentes o acné conglobata.
El seguimiento periódico de las lesiones es clave para valorar la respuesta al tratamiento, además de insistir al paciente en ser constante con el tratamiento, advirtiendo un posible empeoramiento de las lesiones al inicio del mismo.
Bibliografía:
– Dr. A. Macaya Pascual. Guía de tratamientos dermatológicos. Editorial MSD. (2007)
– Dermatoweb.udl.es
– Dermapixel.com
– Manual CTO Dermatología 8ºEdición
Excelente, gracias por difundir estos resumenes. Soy de Perú.Me preparo para residentado en mi pais