La infección urinaria complicada está asociada a distintos factores de riesgo como anomalías estructurales o funcionales, lo que aumenta el riesgo de fracaso del tratamiento.
¿Cuándo diremos que una infección de tracto urinario es complicada?
Para definir una infección urinaria complicada debe darse un urinocultivo positivo y uno o más de los factores de riesgo siguientes, resumidos en la regla nemotécnica CINTURA.
• Catéteres: Especialmente pacientes portadores de sondaje vesical: una pasarela de entrada de todo tipo de bacterias.
• ITU previa: Cualquier infección previa predispone a otras en el futuro o de complicación de las mismas en caso de darse las circunstancias adecuadas.
• Nene (Varón): Toda infección de vías urinarias en un varón es directamente considerada como infección de orina complicada y precisará tratamiento antibiótico prolongado, dado su anatomía (longitud de la uretra en comparación con la mujer) y potenciales complicaciones: orquitis, prostatitis, absceso, etc.
• Trasplantado, inmunideficinencia o diabetes mellitus: Todo paciente inmunodeprimido con infección de vías urinarias debe tratarse como complicada. Hacemos hincapié en pacientes ancianos y/o diabéticos, también considerados inmunodeprimido y que debemos insistir en buenos controles de glucemia para evitar complicaciones.
• Uropatía obstructiva de cualquier etiología, como por ejemplo en pacientes varones con hiperplasia benigna de próstata, litiasis uretral, etc. Que dificultan la correcta circulación de orina por las distintas estructuras.
• Reflujo vesicoureteral: sobre la que, especialmente, debemos sospechar ante un paciente pediátrico que consulta constantemente por cistitis, especialmente en niños varones.
• Anomalías Anatómicas o cualquier modificación de las vías urinarias: riñón en herradura, estenosis ureteral…etc. Todo aquello que pueda favorecer el acantonamiento de microorganismos en sus estructuras y dificulten la función del tratamiento antibiótico.
Bibliografía y autoría
Autora: Maria José Fortuny.
Bibliografía: M. Grabe (Presidente), T.E. Bjerklund Johansen, H. Botto, M. Çek, K.G. Naber, P. Tenke, F. Wagenlehner. Guía clínica sobre las infecciones urológicas.European Association of Urology 2010.
Hola. En castellano la forma ortográfica correcta para el receptor de un trasplante es «trasplantado», sin esa n. En gallego (no se si en catalán) si se conserva la n
Muchas gracias por la puntualización, William. Corregiremos el error lo antes posible.